"me estoy yendo a dormir, o a intentar dormir, ya que el insomnio me persigue por más que tenga sueño. es un ejercicio, algo así como intentar desesperada incrustarme el hábito, a la espera de poder cerrar los ojos y dejar de dar vueltas en la cama como si tuviera que llegar apurada a algún lugar.
acá las cosas están. me es muy difícil describirlo, ponerlo en palabras. las cosas están; para que se resuelvan, para dejarlas morir, para cambiarlas. la base está. las energías están. hay que redireccionarlas... en fin, una tarea por demás titánica.
hoy a la mañana mi viejo fue a ver a mi vieja, después de 15 días de no verla. lo acompañamos mi tía la loca y yo. mi tía atacó a la psiquiatra de mamá, como las locas y los locos saben hacerlo. la psiquiatra se quedó escuchándola, y después me dio un beso y la saludó diciendo "un gusto, hasta pronto", digno de una persona que sabe que está tratando con locos. de ésos que son horribles como mis tíos. mi mamá estaba bien hasta el lunes que la vimos, con esa idea de fortaleza y ganas de vivir lejos de la enfermedad, lejos de mi papá. hoy, después de que nos hubiésemos ido, fue laura a la tarde y habló con una miriam volviendo a esos cánones sumisos a los que se ha acostumbrado durante 31 años de convivencia con mi padre. comenzó a postergar la idea libertaria de desprenderse -aunque sea por un tiempo, unos meses, unos años- de mi viejo, y se acordó que ella, como tantas otras mujeres, ha nacido para ser domesticada.
no puedo intentar describir lo que esto provoca en laura y en mí. ahora no puedo, no me da la cabeza (un continuum desde hace 15 días) y no tengo muchas fuerzas más de las que necesito para meterme en la cama e intentar que el sueño, por fin, me tumbe. ni siquiera tengo ganas de dormir por meses y despertarme cuando esté todo hecho. acá no es suficiente la espera: hay que romperse el orto, o romperse la jeta contra la pared."
(a margot le hace falta un bandoneón)